5 lecciones de un ‘Little Boy’ para los adultos
Este fin de semana se estrenó Little Boy (Gran Pequeño en español), un filme ambientado en la década de 1940 y que retrata la historia de un niño de siete años que busca hacer cualquier cosa a su alcance para regresar a su padre, enviado como soldado a la Segunda Guerra Mundial.
La producción de Eduardo Verástegui fue filmada en los estudios de Rosarito, Baja California, bajo la dirección de Alejandro Gómez Monteverde. Aunque frente a cámara aparecen actores internacionales, algunos reconocidos como Ben Chaplin y Emily Watson, la película está hecha casi en su totalidad por manos mexicanas.
Según el productor, el filme es un mensaje de fe y esperanza, una película diseñada para despertar la niñez que todo adulto lleva y recuperar su pureza perdida.
Aquí te hacemos un recuento de cinco lecciones de un niño para los adultos que distinguimos a lo largo del filme y que te narramos, sin contarte ninguna parte esencial, para que si no la has visto, puedas acudir a cualquiera de las 1,000 salas en las que fue distribuida.
Creer en lo imposible
“Socio, ¿crees que puedes lograrlo?”, era el grito de batalla de James Busbee (Michael Rapaport) para motivar a su hijo Pepper a imaginar hazañas imposibles mientras jugaban.
Para el productor Eduardo Verástegui, el filme se trata de creer en lo imposible, y cuando el niño sabe que su padre está en peligro, el imaginará hasta lo imposible para traerlo de regreso a casa.
No distinguir enemigos
Pepper ve partir a su padre a la Segunda Guerra Mundial para combatir por los Estados Unidos contra los japoneses, que habían atacado la base naval de Pearl Harbor. El odio hacia los japoneses en Estados Unidos era generalizado, pero no para Pepper.
En el mundo de los adultos hay guerras, pero no en el de los niños, y Pepper descubre conforme avanza la película que no todos los japoneses buscan hacerle daño, algo que lo llevará a enfrentar a su propia familia, y a la gente del pueblo donde vive.
Transformar a los demás
Verástegui señaló en la conferencia de prensa para presentar la película que los niños dependen completamente de los adultos, y la única herramienta que tienen, es la imaginación.
Pepper ocupa su imaginación para tratar de convencer a sus familiares y a los habitantes del lugar donde vive de que tiene una capacidad especial para lograr que las cosas sucedan. Desde mover una botella o una montaña, hasta terminar la guerra o lograr que su papá vuelva a casa.
Al principio, todos, incluidos otros niños mayores que él, se burlan de sus intenciones, sin embargo, su perseverancia transforma gradualmente la mentalidad de la gente que lo rodea, hasta que consigue su apoyo.
Saber perdonar
Pepper es agredido por su hermano y algunos niños, que incluso lo golpean y se burlan de él. Sin embargo, logra sobreponerse a quienes le hicieron daño para continuar con su objetivo, que es traer a su padre de vuelta.
El perdón es principalmente motivado por el padre Oliver (Tom Wilkinson), quien le pide aPepper que complete una lista “ancestral” para ayudar en el regreso de su padre. Una lista que incluye valores como la capacidad de perdonar, ayudar, y amar a los demás.
Buena vibra y suerte
El filme tuvo un primer toque de suerte antes de rodarse, con la selección de Jakob Salvati como el protagonista con el papel de Pepper Flynt Busbee. Jakob, de siete años, acudió para acompañar a su hermano Joshua para hacer audición por el rol, entre casi 1,000 niños participantes.
Después de que Joshua terminara su audición, el director Alejandro Gómez Monteverde vio a Jakob haciendo bromas y jugando, y pidió a los padres una oportunidad para probarlo. Luego de nueve pruebas, Monteverde y Verástegui apostaron por él y le dieron el papel principal.
Por: Javier Rodríguez Labastida
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