Políticas laborales de vanguardia: adiós títulos y cargos
Al parecer la conectividad, la vida digital y la libertad de expresión digital también están encausando las políticas laborales.
En estos maremotos de cambios que estamos viviendo a tantos y tantos niveles, son muy interesantes las nuevas tendencias en asuntos laborales y recursos humanos dentro de las compañías. Al parecer la conectividad, la vida digital y la libertad de expresión digital también están encausando las políticas laborales para empleados, hacia tendencias menos “estandarizadoras” y más libres.
Me refiero a lo que está planteando hoy Google respeto a los requisitos para contratar a su gente: el foco ya no está en la experiencia académica, en los títulos, cargos y estudios realizados. La súper compañía se centra en las “soft skills” o habilidades blandas: las capacidades para el liderazgo, comunicación, hablar en público, trabajar en equipo, por ejemplo.
El enfoque que Google pone sobre la mesa está más dirigido a ver a cada persona en su verdadero desempeño como ser humano y observar claramente lo que puede aportar a un equipo. Si alguien estudió tal o cual cosa, tantos años, si su tesis es laureada o no, si sus notas fueron altas o normales; o incluso bajas en algunas materias que poco le gustaban o importaban, no pasa nada. Lo que importa es usted.
Se pone más bonita la cosa. Como sucede en los Montessori y en esos colegios donde cada niño es único y no tienen que sacar todos las mejores notas en todo. Esa es la clave. Ver de cerca de cada cual. Descubrir talentos y aportes al trabajo común.
Así como Google está optando por ver más a la cara a las personas en una entrevista y menos a sus fotos en su presentación digital en sociedad, suena prometedor que compañías como Netflix apelen a la libertad con su política de vacaciones libres. En la empresa de televisión en demanda cada cual elige cuántos días de descanso necesita y la productividad no se mide por las “horas nalga” en la oficina, sino por los resultados.
Cosas de empresas inteligentes que han descubierto que la libertad y la autonomía pueden llegar a ser mucho más rentables que la coerción y la asfixia.